lunes, 1 de julio de 2013

Vidas sombrías contemporáneas


De un tiempo a esta parte ando inmerso en el fascinante mundo de lecturas en formato breve. Me refiero, tanto a la literatura del cuento, como a la del relato corto. Esta exploración continuada me ha deparado inesperadas decepciones y, en otros muchos casos, hallazgos increíbles. Así, entre mis descubrimientos más recientes destacan autores hispanoamericanos de la talla de la mexicana Guadalupe Nettel o del bilbaíno Pedro Ugarte y, también, en la literatura extranjera, escritores como el norteamericano James Salter y, al otro lado del Pacífico, el japonés Haruki Murakami. Todos ellos configuran por méritos propios un cartel destacado en la narrativa contemporánea del cuento. Pues bien, como digo, toda esta experiencia lectora me sigue animando a continuar en el empeño de seguir explorando esta senda literaria, tan repleta de incógnitas, como curtida de asombrosas propuestas.


La lectura del libro de cuentos Billie Ruth, de Edmundo Paz Soldán (Cochabamba, 1967), editado el pasado año por Páginas de Espuma, ha sido un encuentro afortunado. Del autor boliviano no conocía previamente nada, sin embargo, de este libro leí sugerentes reseñas en distintos medios. Paz Soldán reúne en Billie Ruth quince cuentos narrados con soltura y sin demoras necesarias. El orden en que aparecen solo obedece a un plan estratégico de extensión, es decir, las historias más breves están al inicio, como El acantilado o Casa tomada, y las más extensas puestas al final, como El croata o Azurduy. Todas las historias que componen Billie Ruth están impregnadas de un aire violento e inquietante. Es más, las reacciones de los protagonistas se desenvuelven en precipicios sentimentales, por medio de una trama sombría, no exenta de horror.

Billie Ruth es una colección de cuentos versátiles y fulminantes, con la atención puesta en las relaciones personales. Niños y jóvenes interactúan con sus padres o madres, de manera brutal y a su vez conmovedora. Los cuentos Diler y El ladrón de Navidad son dos botones de muestra de estas relaciones filiales. Hay también otras violencias. En Srebrenica, una mujer que va a la exhumación de cadáveres en los Balcanes y convive en su quehacer de joven antropóloga con el horror y el contrapunto de sus dudas sexuales. En Azurduy nos adentramos en la oscura mina de la violencia doméstica, protagonizada por un rudo minero. Aquí se unirá al espanto de la muerte de un recién nacido y el destino de un bravo joven idealista. En todos los pasajes de estas historias se perpetua cómo esa violencia se traslada al poso emocional de los protagonistas.



Billie Ruth es un compendio de quince tramas sombrías, inquietantes y perturbadoras. El conjunto de todas estas historias guarda una unidad temática: el desasosiego existencial de sus protagonistas. Nos hallamos ante un libro intenso, escrito con talento y calidad, una bomba de relojería.


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